Podríamos hablar de muchas mujeres relevantes en cuanto a la lucha de talentos dentro de un matrimonio pero, sin duda alguna, una de las principales sería Zelda Fitzgerald (o como le gustaría a ella que se la recordase con mucha seguridad: Zelda Sayre).
Zelda, una mujer independiente y enérgica (quizás demasiado para la época), fue una de las primeras representantes de las flappers. En los años 20, las flappers eran aquellas mujeres que desafiaban las reglas morales de la época: bebían, conducían, llevaban el pelo tan corto como sus faldas y mantenían relaciones sexuales con quienes ellas decidían. En definitiva: eran libres y autosuficientes. Zelda era todo eso y más.
Todo empezó a cambiar gradualmente cuando en una fiesta Zelda conoció a Scott, que en ese momento era un soldado sin solvencia económica. Scott, que se quedó prendado del fuerte carácter que ella derrochaba, acabó por enamorarla con su talento al publicar This Side of Paradise. Se casaron y los problemas eclosionaron.
Pese a ser una de las parejas más influyentes y admiradas del momento, dichos talentos chocaron. Por un lado, decían que Scott tenía envidia de la vitalidad y la agudeza de Zelda y, por otro, Hemingway, por ejemplo, decía que la locura de Zelda distraía a Scott de su tarea como escritor.
¿Qué era (y sigue siendo) más fácil para la mujer y el hombre: centrarse en ser y, sobre todo, parecer fuerte, independiente y con ingenio artístico o no dejarse guiar o definir en su totalidad por ello? Bien sabemos que tanto Zelda como Scott se enamoraron por la primera razón, pero quizás esa idealización que ambos poseían en la misma cantidad les llevó al fin.
Así que no hay mejor manera de terminar que con la frase que pronunció Zelda al recuperarse de la anestesia después de tener a su hija:
“I hope it’s beautiful and a fool—a beautiful little fool.»
(“Espero que sea bella y tonta – una bella tonta”).
Y si quizás os suena la frase es porque Scott Fitzgerald la “pidió prestada” sin consentimiento para uno de sus personajes más importantes: Daisy Buchanan en The Great Gatsby.
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